sábado, 8 de enero de 2011

Natalie Portman se ha granjeado una fama de 'chica buena' a lo largo de su carrera. vogue


Foto: VOGUE Ampliar foto

Natalie Portman se ha granjeado una fama de 'chica buena' a lo largo de su carrera. Papeles correctos, ni un escándalo, vestuario adecuado... Pero ahora está empezando a redirigir su camino y no tiene miedo de mostrar un lado más salvaje de sí misma.

En un reportaje para el número de enero de Vogue USA, Natalie Portman ha hecho un repaso a su carrera y la ha comparado con su último trabajo cinematográfico: Black Swan.

Para su papel en dicha película, ha perdido diez kilos de peso (que no le sobraban) y se ha lanzado a interpretar escenas de sexo lésbico con Mila Kunis. Toda una revolución para la actriz, que desde Leon, el profesional había preferido contener su lado más sensual.

"Escenas lésbicas, escenas de sexo... La gente está en shock porque lo he hecho yo. Veo el valor del rol de 'niña buena', es muy fácil minarlo", ha declarado en la entrevista.

Otro de los aspectos controvertidos de Black Swan es el peso que tuvieron que perder sus protagonistas para interpretar a las bailarinas de la historia. Fueron meses duros de mantener un régimen severo, algo que a Portman le costó especialmente porque le encanta la gastronomía.

"Yo como, lo juro. Consumo mi propio peso en 'hummus' todos los días. Cocino mucho. Me gusta el placer, la alegría", ha afirmado. "Cuando tengo hambre, como, y me aseguro de que sea algo delicioso. Nunca llegaría al punto de morirme de hambre o hacerme daño como hace Nina (su personaje)".

Precisamente por lo segura que está de manejar bien su vida, Portman prefiere mantenerse al margen de las habladurías y las críticas, y centra su satisfacción en hacer su trabajo lo mejor que puede.

"Trato de no leer nada sobre mí. Es natural estar interesado, pero completamente dañino. En los veinte años que he estado trabajando, he estado arriba y abajo, dentro y fuera. Lo único que puedes controlar es tener una gran experiencia de hacer tu trabajo a fondo", ha explicado Natalie.

De hecho, lo más duro de su vida no han sido las críticas ni las largas jornadas de rodaje, sino sus estudios de psicología en Harvard.

"Tuve momentos de estar súper deprimida. El invierno allí es duro. Era importante saber cómo soportarlo", afirma, aunque le sirvió para superarse: "Aprendes a pedir ayuda a amigos y profesionales".

Ahora, su mayor deseo es seguir trabajando -a caballo entre Los Angeles y Nueva York- y explorando su lado más salvaje, mientras disfruta de su vida personal junto a sus más de "cincuenta amigos" y su novio, Benjamin.

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