La actriz Natalie Portman, que interpretó a una bailarina de ballet en la cinta "Black swan" de Darren Aronofsky, explicó que aunque "hay algo muy bonito con respecto a las bailarinas" el mundo de esta danza "pero puede ser un mundo muy cruel". http://nataliaportman.blogspot.com/
"Es un arte, no es superficial. En un cierto círculo sí, pero no eres famosa, no consigues dinero, todo es por el arte y por el puro amor a lo que haces. Pero puede ser un mundo muy cruel", dijo la actriz a 20 Minutos de España.
Sobre la preparación de su papel, Portman explicó que comenzó a entrenar un año antes que empezara el rodaje de la cinta, porque aunque había estudiado ballet de pequeña, "no hice nada en 15 años".
"Fue muy extremo", declaró la actriz, añadiendo entre risas que "hubo un par de días en los que pensé que iba a morir".
"No había mucho tiempo para pensar, era casi una situación de supervivencia en la que simplemente sigues adelante. Teníamos que rodar muy rápido por problemas de presupuesto, muchas escenas cada día, jornadas de rodaje muy largas", señaló.
Portam agregó que "la semana comenzaba los lunes a las seis de la mañana y se rodaba hasta las cuatro de la mañana del sábado. Y llegas a un punto en el que solo intentas asegurarte de que no te vas a romper una pierna".
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